Comienza el mes de febrero, carnavales y también la etapa de preparación para el colegio: matrícula, útiles, uniforme, lonchera, movilidad, zapatos… y una lista de más cosas por hacer y comprar que a veces parece interminable. A esto hay que sumarle la angustia natural y normal de algunos niños ante el inminente inicio de clases.
Todo lo antes mencionado afecta a la familia completa y se hace necesario e imprescindible manejar las cosas de la mejor manera, con mucha cordura, paciencia y buena onda. Es importante saber que la angustia de los padres, generada por diversos factores como la cantidad de dinero necesaria para el colegio, el querer que nuestros hijos tengan un buen inicio de clases y que todo funcione con normalidad, puede afectar –sin que nosotros los queramos- de manera negativa sobre nuestros hijos. Padres agobiados y angustiados podrían generar niños agobiados y angustiados… por sus padres.
Es normal y es además un acto de amor, querer y hacer lo posible para que nuestros hijos estén bien el primer día de colegio y su vida entera, que no lloren, que se adapten, que aprovechen la vida escolar, pero debemos saber que hay que darles espacio y a la vez contención para poder lograrlo. No es estando encima de ellos todo el tiempo, esperándolos horas en la puerta del colegio para ver si se quieren ir, haciendo sus tareas y demás que lograremos formar niños sanos, felices e inteligentes.
Estimular la independencia es buen ejercicio para padres e hijos. Lo es también brindar soporte y cariño, hacerle saber a nuestros hijos que estaremos ahí para ellos cuando lo necesiten. Que no resolveremos sus problemas y conflictos sino que los acompañaremos y guiaremos para que los resuelvan de la mejor manera, para que sean mejores personas al hacerlo.
Calma papás, el inicio de la vida escolar no debería ser traumático para nuestros hijos, quizás sí para nuestro bolsillo, pero ese es un tema aparte. Quizás estos consejos les puedan servir para no sentirnos tan agobiados:
- Identifiquemos qué nos genera preocupación con respecto al inicio del colegio. En la medida que sepamos qué nos mortifica, qué nos angustia, podremos encontrar la manera de resolverlo.
- Recordemos aquellas conductas que realizamos cuando queremos quitarnos el estrés y angustia y si son nocivas, como fumar, comer o beber en exceso, no caigamos en ellas. Y si son positivas, como practicar un deporte, salir un fin de semana, respirar de manera correcta, pues practiquémoslas con más fuerza.
- Conversemos con nuestros hijos. Contémosles qué podrán hacer en el colegio, acerca de sus nuevos amigos, sus nuevos útiles, todos lo nuevo que aprenderán. Preguntémosles acerca de qué les preocupa a ellos y resolvamos sus dudas. Propiciemos la comunicación siempre.
- Pidamos ayuda y deleguemos. Para quienes estamos en una oficina de lunes a viernes es un poco difícil salir a realizar una matrícula, a comprar útiles, entre otros. Para ello es necesario que podamos apoyarnos en personas de nuestra confianza, nuestras parejas, nuestros papás/suegros, amigos, nuestro entorno en general. Pedir ayuda siempre está bien, devolver esa ayuda también.
Regresar a la rutina es bueno, aunque todo lo previo a este regreso genere un poco o mucho estrés. Hay que reconocer qué nos agobia, buscar resolver, brindar soporte, acompañar y querer mucho a nuestros hijos.
¡Buen regreso a clases, para todos!
Hablamos,
Lu
Este artículo será publicado en la Edición N° 44 de la Revista Mundo Celeste, pronto en librerías y supermercados.