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¿Parto natural o cesárea?

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Estoy convencida de la importancia de realizar una cesárea en cuanto se presenta una complicación, para la madre o el bebé, médicamente justificada. Y, antes de que sigas leyendo, debes saber que he dado a luz de manera natural y por cesárea (injustificada). Pero cómo pasó la cesárea de ser una decisión médica (sólo para casos que así lo requerían) a ser una decisión personal. Es necesario que antes de tomar una decisión, las madres estén informadas acerca de los beneficios y ventajas tanto de un parto natural como de una cesárea.

La cesárea es el nacimiento del bebé mediante una incisión quirúrgica (corte) en el abdomen (panza) y útero (matriz). Es distinto del parto vaginal, en el que el bebé sale por la vagina de la madre. Fuente: nacersano.org

Existen muchos mitos alrededor de ambos tipos de parto, tal como comenta Jose Pablo Fernandez, médico, en su artículo “Parto Natural v/s Cesareas“: “Muchas veces, las mujeres (que son las directamente afectadas por esto), piensan que con la cesárea se evitan el dolor del trabajo de parto, podrán planificar cuando tendrán su bebe (evitándose tener que correr al hospital a cualquier hora de la noche). Por la parte médica, los avances en la tecnología en pabellón y en recuperación permiten hospitalizaciones reducidas y pocas complicaciones. Ademas de que las ganancias en una cirugía son mayores que en un parto normal”

No termino de salir de mi asombro en cuanto leo cifras como esta:

El año pasado (2010), en los establecimientos del Ministerio de Salud se registraron 482.550 partos: 21% de ellos fue por cesárea. En el sector privado, el número de nacimientos es menor, pero el porcentaje de cesáreas es mucho mayor: representa entre el 60% y 70%, sostiene Clodoaldo Barreda, médico y administrador de la Asociación de Clínicas Privadas. Fuente: elcomercio.pe

¿Pasó algo -físicamente- con las mujeres de hace 10 años y las de ahora? ¿Se descubrió que la cesárea era el mejor método para dar a luz? ¿Está la cesárea médicamente recomendada como “mejor e ideal” para el nacimiento de los bebés? Porque algo debe haber pasado para que año a año el porcentaje de nacimientos por cesárea haya aumentado (desproporcionalmente). Y aquí una reflexión que todos -padres y madres- deberíamos hacernos:

No existe ninguna duda que el avance del conocimiento médico permitió que, al disminuir el riesgo materno de esa operación, pudiera disminuir progresivamente la mortalidad perinatal. La operación cesárea en efecto, ha contribuido notablemente en mejorar la sobrevida de muchos recién nacidos, como también en que nazcan en mejores condiciones. Sin embargo, parece existir consenso que, en el último tiempo, el aumento de las cesáreas no ha guardado proporción con la disminución de la mortalidad y morbilidad perinatal. Las tasas parecidas de mortalidad y morbilidad del recién nacido encontradas en centros con índices de cesáreas tan variables que van desde 5 a casi 100%, avalan este hecho. La preocupación parece legítima. No es comprensible que una intervención quirúrgica indicada en los albores del arte obstétrico como una alternativa de último recurso, se haya convertido con el transcurrir del tiempo y de la investigación médica, en una alternativa para que un ser humano venga a este mundo, utilizada tan o más frecuentemente que la ruta original y natural y sin que el realizar ese acto quirúrgico signifique ya más una mejoría de las condiciones de los niños al nacer. Fuente: Revista médica de Chile scielo.cl

Repito y soy tajante al decir que soy pro-cesárea en cuanto sea necesario hacerla, no arriesgaría la vida de mi hijo de ninguna manera. Tal como lo hizo Carolina, una genial amiga, que tuvo a su pequeño Sebastián por cesárea debido a un problema que ella tenía en la cadera. Obviamente ella no podía arriesgarse ni arriesgar a su bebé. Y justamente a este sentimiento, a esta expresión de amor incondicional, es que recurren algunos inescrupulosos médicos: “toda mamá quiere cuidar y proteger a sus hijos”. Y te llenan la cabeza, a última hora (muy oportunos), con las razones por las cuales DEBES tener una cesárea. Apelan al susto, al miedo que siente la madre (totalmente justificado, por cierto) ante la posibilidad de arriesgar la vida de su hijo/a. Deben saber que en muchos casos, más de los que nos gustaría contar, esto lo hacen por dinero. El parto se convirtió en un negocio.

Un estudio de Alejandro Arrieta, investigador del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), revela que cada año en el sector privado se afectarían los derechos de 13 mil mujeres, a quienes se les habría practicado una cesárea injustificada médicamente, la mayoría de las veces sin consentimiento informado. Este abultado número de cirugías representa un costo de 6,7 millones de dólares, que son pagados por las empresas prestadoras de salud y los pacientes. Fuente: elcomercio.pe

Cuando me dijeron que tendría una cesárea (OJO, me informaron que tendría una cesárea, no me consultaron acerca de si estaba de acuerdo o no) estaba en la penúltima cita de control de Ale, después de largos y sanos 8 meses de embarazo (salvo por la amenaza de aborto que tuve a los 2 meses). Hay “sufrimiento fetal” me dijeron, una hora frente a un monitor escuchando los latidos de mi hija, los normales latidos que de cuando en vez presentaban una baja, muy de cuando en vez. No tenía contracciones. Me aterré, me dio miedo la posibilidad de que le pase algo a Ale y dije que sí. Luego supe que no era necesaria la cesárea, que habían otras formas naturales de regular los latidos, de esperar un poco más y tener un parto normal sin arriesgarla a ella o a mi.

Si bien la cesárea no duele mientras se practica, producto de la anestesia, debemos saber que es una cirugía mayor. El dolor viene después, en mi caso fue bastante doloroso, dos días después de dar a luz me fajé y fue así como pude seguir con mi vida. En cambio en el parto normal si bien el dolor es intenso y constante durante el trabajo de parto, después de dar a luz no existe más dolor. Pero aquí un detalle, ¡traer hijos al mundo duele!, nadie dijo lo contrario, lo sabíamos todas antes de quedar embarazadas.

La recuperación después de un parto normal es más rápida que después de una cesárea, al día siguiente las mamás ya estamos operativas. La episiotomía, el corte que se realiza para evitar el rasgado en la madre, es electivo. Yo como mamá puedo pedirle a mi médico que la haga o que no la haga, actualmente se nos quiere hacer creer que no es así, el médico simplemente hace el corte sin preguntarle a nadie. Eso también pasó conmigo, pero tenía 18 años, ¡no sabía nada de nada! En la mayoría de casos la episiotomía no es necesaria, consulta, infórmate y decide acerca de qué es lo mejor para ti mamá.

Otra razón por la que un parto normal es más benéficioso que una cesárea es por la lactancia, está estadísticamente demostrado (no lo invento yo) que las mamás que dan a luz de manera natural tienen más éxito en la lactancia ya que empiezan a producir leche más tempranamente que las mamás que dan a luz por cesárea, esto debido a, entre otras razones, la incomodidad de la madre por la operación.

No quiero decir con esto que dar a luz de manera natural te hace más o mejor mamá que si das a luz por cesárea. Una madre quiere a sus hijos porque sí, de manera incondicional, independientemente de la manera cómo llegaron al mundo. Jamás olvidaré los dolores que me partían en dos durante las contracciones al tener a Anita, tampoco olvidaré -porque la veo todos los días- la marca que me dejó la cesárea por la que nació Ale. En lo que sí quiero ser bastante enfática es en la necesidad de que tú, mamá, estés informada, que no te asustes, que elimines tu miedos y todo lo que te ha dicho la gente acerca de dar a luz. Que experimentes tu propio proceso y que sigas tu instinto. Sería genial que NO tomes decisiones basadas en evitar el dolor y/o en temas estéticos, aunque -finalmente- la decisión es sólo tuya. Y eso es lo importante, toma decisiones basadas en la correcta información, no dejes que nadie lo haga por ti. Busca una segunda opinión siempre.

Quiero terminar, aunque el tema da para mucho más, con la historia de una mamá, muy amiga mía, a quien admiro por su coraje. Porque ella también tenía miedo al dar a luz y después de descartar cualquier inconveniente médico para ella o su hija, decidió y defendió la posibilidad de dar a luz de manera natural. Y ¡sí que lo hizo! Aquí Nuria -mi querida amiga- nos cuenta, minuto a minuto, cómo fue que llegó al mundo su preciosa Analís.

Hablamos,

Lu


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